Un destino de peregrinación digital para el aventurero con ansias de viaje.
Líneas de tiempo: corresponsal cultural

ATLAS OBSCURA
Ciudades en miniatura, iglesias construidas con huesos, pagodas movedizas, cráteres de lava, jardines con flores de vidrio, casas de papel, bibliotecas con libros encuadernados en piel humana. ¿Estás planificando tus próximas vacaciones? Ahí donde viajar parece haberse convertido en un nuevo derecho humano, y la diferencia entre el turista y el viajero es que aquel se desplaza esperando encontrar lo que ya sabe y éste se entrega a lo desconocido, el monumental sitio Atlas Obscura celebra los destinos menos famosos del mundo: en Moscú, una ciudad liliputiense levantada para un aniversario de la Revolución Bolchevique que replica cada detalle de la capital rusa como era en 1977 y en Faro, Portugal, una capilla católica con cimientos óseos y cráneos humanos como motivos decorativos. Destino de peregrinación digital para el aventurero con ansias de viaje, el Atlas Obscura acaba de convertirse en un librazo de quinientas páginas con un subtítulo atrapante (Guía del explorador de las maravillas ocultas del mundo) y, en su infatigable pasión por el movimiento, expresa una ambición de la época: el viaje como rito de iniciación. Sigue leyendo