“Los tatuajes ahora son, indiscutiblemente, el frente y el centro de la moda, un accesorio indispensable que incluso hasta ocupa el lugar de la ropa”: el diagnóstico de la revista New York en su Fashion Issue es contundente: por primera vez en la historia los tatuajes se volvieron masivos y una expresión cultural de la época. Ya no son subversivos ni transgresores. El súper diseñador Marc Jacobs fue elegido como figura central del “september issue” pero no para hablar de su ropa: para explicar sus tatuajes. “Los tatuajes son tan deseados y admirados como un bolso Céline y unos zapatos Prada”. Son una manifestación generacional, que llega a las madres de familia y los altos ejecutivos. “¿Mis hijas querrán tatuarse cuando sean grandes?”, se pregunta la periodista: “Probablemente no, sus padres ya lo hicieron”.