La eterna discusión sobre la conveniencia de dejar propina en un restaurante ahora tiene fundamentos científicos: un estudio de la Universidad de Cornell demostró que no anima a los mozos a ofrecer un mejor servicio. Y en los EE.UU., el tema se convirtió en una discusión sobre las minorías: la investigación demuestra que el sistema de propinas crea un ambiente en el cual las personas de color, los hispanos, las mujeres y los muy jóvenes (o muy viejos) trabajan peor que los hombres blancos. Todo esto surge de un estudio demográfico realizado en restaurantes: la abrumadora mayoría de quienes dejan propina son hombres y el 70% de los camareros son mujeres. El negocio de los restaurantes recibe 5 veces más denuncias de acoso sexual contra sus trabajadoras que cualquier otra industria.
No sé si con la propina trabajarán más motivados pero sé que si en EEUU no les dejás te miran con una cara que mejor ni te cuento…Allá todos se mueven al son del TIP!!