Los objetos que nos rodean se están convirtiendo en espías de nuestros hábitos. En enero se lanzó en EE.UU. el Beam Brush, un cepillo de dientes que cuesta 49,99 dólares y que recopila información sobre nuestra salud bucal, que después se puede compartir a través de Internet con el médico o el odontólogo. El cepillo se suma a los relojes con GPS, las balanzas de baño conectadas a la Web o a los sistemas de entrenamiento que miden velocidad y distancia recorrida, entre otros datos. Según las consultoras de consumo masivo, este segmento de investigación dominará el mercado en los próximos años: el consumidor será analizado con lupa, pero sin darse cuenta.