Parece mentira, pero ya pasó casi una décima parte del año. Esta es la pura verdad. Y la lista de cosas pendientes aún no tiene ítems tachados. Mientras cada vez más personas trabajan por su cuenta, un dilema de la época es luchar contra la procrastinación pero, a la vez, no invadir la vida personal con la sensación de tener siempre trabajo por hacer. Por eso, especialistas en productividad personal aconsejan cómo afrontar una lista de tareas pendientes y, sobre todo, cómo ganar en la guerra cotidiana contra las miles de cosas que tenemos que hacer.
No permita que las cosas urgentes dominen su horario de trabajo. Establezca una cronología de deadlines importantes pero reducidos. Evalúe cuáles son las tareas que representan un avance en la conquista de sus objetivos.
Decida cuáles son las tres actividades más importantes del día. Haga tiempo para cada una de ellas, aunque otras “urgencias” lo distraigan.
Corte la lista por el final. Al principio del día, elimine el 20 por ciento de los ítems de su lista, asumiendo que no tienen una importancia crucial. Esto lo ayudará a poner el foco en lo realmente importante.