El periodista Jeff Haden, columnista de la revista Inc., se pasó años estudiando casos exitosos de negocios y llegó a una conclusión: las personas más triunfadoras abordan sus trabajos de una manera diferente. Más aún: tienen una estructura de pensamiento que desafía las convenciones del sentido común, en discusión con los saberes establecidos. Según Haden, no se trata sólo de trabajar más duro o de tener una idea salvadora que pueda convertirte en millonario sino de trabajar de un modo más inteligente.
1. No tienen plan B.
Los planes de back up pueden ser una ayuda para dormir bien a la noche, pero también crean una salida fácil (y a menudo, ineficiente) cuando los tiempos se ponen difíciles.
2. Empiezan por el final.
Los exitosos deciden adónde quieren llegar y planifican todo su camino con ese objetivo. Su camino es “marcha atrás” y su mandamiento personal es nunca empezar con ambiciones pequeñas.
3. Evitan las multitudes.
La sabiduría convencional genera resultados convencionales. Sumarse a las masas, no importa cuán a la moda estén las masas o la avidez de la gente por comprar un producto, es una garantía de mediocridad.